Esparragosa de
Lares
desde antiguo estuvo poblada, según se desprende de los
yacimientos arqueológicos de La Sevillana y Doña María I y II.
Perteneció a la Betuna y en tiempos de Roma estuvo bajo la
jurisdicción de Lacimurga Constantia Iulia.
En el camino de Esparragosa a Campanario, del antiguo
itinerario romano, que pasaba por el vado del Espino (cercano al
lugar donde en la actualidad está la presa del embalse del Zújar),
coincidían los que venían del castro de Herrera,
Sisapo, la Encumbrera de Lares y
Miróbriga.
|
|
|
|
En el trazado de sus itinerarios eran frecuentes las
mansiones, que servían, como luego lo hiciesen las posadas, para
descanso del caminante y refresco de las postas, que en un continuo
ir y venir, unían las guarniciones destacadas en los confines del
Imperio. En este camino se encontró la célebre mansión Leuciana,
cuyo emplazamiento se ha supuesto en Talarrubias, por unos, y en
Puebla de Alcocer, por otros, y que las últimas
prospecciones arqueológicas realizadas parecen situarla en la
finca
La Sevillana, a la
vera del río Zújar.
En un antiguo itinerario romano, desde el principio
frecuentado por correos y galeras llenas de impedimenta, discurre al
sur de la sierra en que “moraban los dioses” de la Casa, de ahí su
nombre de Sierra de los Lares (los lares eran dioses romanos
protectores de la familia y del hogar), un manantial de agua fina y
fresca que fue protegido por los romanos con una construcción
abovedada de ladrillo y argamasa y constituyó
durante muchos siglos la única fuente de agua potable con la que
contó la villa. Actualmente es conocido como la Fuente Vieja
o la Fuentecilla.
A la caída del Imperio Romano, son los Visigodos los que se
asientan en la zona y empiezan a construir caseríos a los lados del
camino.
Tomada por los árabes hacia el 711, se asentaron en ella belicosos
berberiscos que edificaron un reducto fortificado, con su castillo
(Castillo de Lares) y que fue origen
de núcleos urbanos que surgieron a la sombra de sus defensas (actual
Galizuela).
En el año 750, los árabes, crearon un núcleo urbano ubicado
en mejor sitio y dotado de más favorables comunicaciones, ubicándolo
cercano a la antigua fuente romana y a la vera del camino del
itinerario romano.
Ya en el año 1226, Fernando III El Santo, y principalmente su
hijo Alfonso X, dan una inusitada importancia a la Mesta y en ella
a la Cabaña Real de Carreteros. Por allí pasaban los rebaños de
ovejas merinas, en su interminable trashumar desde las sierras
nevadas de sus regiones a nuestros cálidos rastrojos.
Fernando III, con numerosa tropa, sólo y exclusivamente con
la finalidad de apoderarse de Capillae (Capilla), organiza una
campaña.. Logra apoderarse de sus castillos. En la misma campaña
caen en su poder Garlitos y el castillo de Almorchón.
En septiembre de 1236, el nuevo territorio es cedido por el monarca
a los Caballeros del Temple. Nada más tomar posesión de la villa y
su castillo, don Esteban de Belmonte, gran Maestre de la Orden,
inicia la campaña contra los núcleos moros de la zona, se apodera
del castillo moro de Lares, que manda demoler, y pasan a sus manos
Peña de Alcocer (hoy Puebla de Alcocer), cuyo castillo fue corazón
de sus posesiones y reducto defensivo del Temple, y las actuales
Esparragosa de Lares, Galizuela, Tamurejo, Capilla y Almorchón, y
poco después Siruela y Herrera del Duque; con lo que toda la
provincia de Badajoz queda integrada en el reino de León.
A la desaparición de la Orden del Temple (1309), sus
posesiones son repartidas,
correspondiendo Galizuela
a la Orden de Alcántara, que instala en ella la Encomienda de Casas
Viejas (Palacio de la Encomienda) integrada en el Partido de la
Serena y dependiente del Priorato de Magacela.
|
|
|
A la sombra del antiguo castillo de Puebla de Alcocer (sobre el
cual se edificó posteriormente el que hoy todos conocemos), y al
lado de una fuente (La fuente Vieja) en el camino
integrado en la Cabaña Real de Carreteros, surgió una venta.
Esta venta, cuya especialidad culinaria eran las esparragadas y
tortillas de espárragos, que en la cercana sierra de Cases
crecen en abundancia, fue denominada “Venta Esparraguera”. |
La
popularidad de la venta y la situación
logística del lugar, facilitó el asentamiento de jornaleros,
pastores y operarios que trabajaban para la Orden de Alcántara y
sus Comendadores. Poco a poco se fueron asentando pequeños
hidalgos y retirados de la milicia que hace que el primitivo
pequeño núcleo urbano vaya creciendo hasta tal punto que la
Orden le dota de Ordenanzas Municipales y adquiere la categoría
de villa, que es conocida como Esparragosa la Vieja. Con el tiempo,
Esparragosa se anexiona como barrio a Galizuela de Lares, pasando a
denominarse Esparragosa de Lares.
Bajo el poder de la Orden de Alcántara, Esparragosa alcanza
su máximo esplendor, convirtiéndose, con el traslado de la
encomienda (actual Ayuntamiento) en núcleo más importante que la
actual Galizuela. Fue una de las 18 villas componentes de la Real
Dehesa de la Serena, superando, en 1557, en cincuenta vecinos a
Castuera. Se construye la Iglesia Parroquial, sobre el antiguo
cementerio cercano a la venta, y se dota a la villa de un hospital
para caminantes. La importancia de Esparragosa se entiende si
consideramos el hecho de que Villanueva de la Serena (antiguamente
Villa Nova) se denominaba Villanueva de Lares.
|